INVIERNO EN CRACOVIA
LEYENDA
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Hace muchos años en la colina Wawel en la orilla del río Vistula vivía rey Krak con su esposa e hija. Debajo del castillo habitaba una caverna un dragón que se lo comía todo y cuyo plato preferido eran las vírgenes de esta hermosa ciudad medieval. Desesperado padre y rey prometió la mano de su hija al valiente caballero quien mataría al dragón.
Llegaron muchos jóvenes audaces del todo el reino pero ninguno de ellos estaba capaz de matar a la bestia. El pueblo perdía ya la esperanza de liberarse del cruel dragón cuando un joven y humilde zapatero decidió enfrentarse con el monstruo por la inteligencia y no por la fuerza. Mato a una oveja, le saco las tripas y el vientre le lleno con el fósforo. La cosió de nuevo y la dejó en la entrada a la cueva. El dragón se la comió y le dio tanta sed que empezó a tomar el agua del río y no paraba de beber, bebía, bebía... hasta que explotó.
El zapatero se casó con la princesa y vivían felices...
El barrio antiguo de Cracovia esta en el listado de los monumentos de la humanidad de clase 0, o sea de la mas alta. Durante siglos capital política y siempre capital cultural y artística de este pueblo Eslavo que se formó en las orillas de Vistula como estado hace más de mil años.
Ciudad con olor a ladrillo mojado y a viejos libros, de dia intelectual, de noche bohemia. Con abrigos oscuros, veranos cortos y una nostalgia eterna y tangible.
Pasaron muchos vientos, diferentes sistemas, guerras, la ciudad real nunca se ha involucrado mucho, como un viejo sabio que no se mete en peleas pasajeras. Pareciera como si tuviera una misión mas relevante, proteger a los pintores, poetas, religiosos, científicos, a los mas indefensos durante cualquier tormenta política.
Lugar mágico. Ciudad de Copernicus, Karol Wojtyla, Kieslowski, Milosz, Szymborska (dos últimos premios Nobel de literatura) y de varios mas inquietos y sensibles.
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